MI BARCO

Santa Marïa - F-81

Santa Marïa - F-81

Marchando

sábado, 28 de febrero de 2009

Fragatas F-80

En mis casi tres años de servicio en la Armada Española tengo un especial recuerdo de mi tiempo embarcado y en especial en tener el honor de pertenecer a la primera dotación de la F-81 “Santa María”.Eran otros tiempos , ya va para mas de 20 años y como homenaje quiero publicar en mi blog la historia de esta serie que supuso la entrada de nuestra Armada ya no en el club de los “grandes” , pues nuestro presupuestos no nos permiten mas, pero al menos estar en “primera división”.Aprovechando la reforma de las dos primeras fragatas de la Clase Santa María, se me ha ocurrido hacer un pequeño resumen de estas naves, que en su momento formaron la punta de lanza de la Armada Española.
LA NECESIDAD
El
programa F-80 comenzó a finales de los años 70, cuando la Armada expresó la necesidad de formar un grupo de combate basado en el Príncipe de Asturias y su grupo de escoltas. Después de examinar el panorama naval de aquellos años y en consonancia con el cambio de rumbo que se produjo con las F-70 Baleares (clase Knox americanas) gracias a la inestimable colaboración del Sr. Harold Wilson, la Armada decidió adaptar a las necesidades españolas el modelo más avanzado que en ese momento existía en las marinas de todo el mundo, el modelo largo de las fragatas Oliver H. Perry, igualmente conocidas como FFG-7, ya que eran unos buques con una buena capacidad antiaérea y antisuperficie para los requerimientos de aquellos años, aunque su punto fuerte fuese la lucha antisubmarina.
Cuando digo capacidad antiaérea, hablo de autodefensa, ni de lejos se pensó en que las Santa María procurasen defensa de zona al grupo de combate, esa misión recaía en el Príncipe de Asturias, que debía asegurar la alerta temprana y la defensa antiaérea del grupo, desviando por tanto los Harrier de su misión principal. Pero volviendo al nacimiento de las fragatas, sería conveniente remontarse a los primeros setenta, cuando la Navy decidió la construcción de este tipo de buques. En 1970, el jefe de operaciones navales de la US Navy, el por entonces vicealmirante E. R. Zumwalt, solicitó el diseño de un buque barato, sencillo y robusto, capaz de cometidos multitarea, que incorporase las enseñanzas recibidas de los diseños anteriores y que pudiese reemplazar con garantías a los destructores de la Segunda Guerra Mundial, que estaban siendo dados de baja sin ser sustituidos por ningún buque, al menos no de una manera satisfactoria.
Debían ser barcos con buena autonomía, con capacidad para operar fuese cual fuese el estado de la mar y con una habitabilidad suficiente para grandes desplazamientos, en realidad, para aquellos años, más que suficientes.
El panorama de la Armada Española, tampoco era especialmente alentador, cuando se tomó la decisión de encargar las Santa María, la flota contaba con 16 destructores clases Flecher, Gearing (FRAM I), Audaz, Oquendo y Alava, y nueve fragatas, tres fragatas clase Pizarro, dos cañoneros reconvertidos en fragatas clase Marte, y cuatro corbetas o fragatas ligeras clase F-50/F60 “Descubierta” (no confundir con las Corbetas F-30 del mismo nombre) y estaban ya ordenados las cinco fragatas clase Baleares y las cinco corbetas F-30 clase Descubierta. En total 25 escoltas y once más encargadas
A la entrada en servicio de la Santa María (1986) la situación era más
desesperada, la Armada contaba con:
Destructores: Cuatro clase Flecher: D-22 “Almirante Ferrándiz”, D-23 “Almirante Valdés”, D-24 “Alcalá Galiano”, D-25 “Jorge Juan” retirados entre el 86 y el 88.
Uno de la clase Oquendo: D-43 “Marqués de la Ensenada” (retirado en el 88)
Cinco clase Gearing (FRAM I): D-61
“Churruca”, D-62 “Gravina”, D-63 “Méndez Núñez” D-64 “Lángara” y D-65 “Blas de Lezo” (retirados entre el 89 y el 92)
Cuatro corbetas de la clase Descubierta: F-61 “Atrevida”, F-62 “Princesa”, F-64
“Nautilus” y F-65 “Villa de Bilbao” (retiradas en el 91 y 92)
Cinco Fragatas clase Baleares: F-71 “Baleares”, F-72 “Andalucía”, F-73 “Cataluña”, F-74 “Asturias” y F-75 “Extremadura”
Seis corbetas F-30 clase Descubierta: F-31 “Descubierta”, F-32 “Diana”, F-33 “Infanta Elena”, F-34 “Infanta Cristina”, F-35 “Cazadora” y F-36 “Vencedora”

Total diez destructores, cinco fragatas y diez corbetas, de las cuales en realidad sólo se podía contar con las cinco fragatas Baleares y las seis F-30, pues el resto apenas vieron la entrada en servicio de las cuatro primeras Santa María que fueron entrando entre 1986 y 1990. Muy lejos por tanto de los 30 ó 40 escoltas en las que cifraba la Armada sus necesidades.
Por tanto, la Armada optó por buques ya probados. Recordemos que la FGG-7 Oliver H Perry entró en servicio en
1977 y que ya habían sido mejoradas por la propia US Navy con un nuevo sonar remolcado, el SQR-19 y un nuevo helicóptero el SH-60B Sea Hawk LAMPS III. El helicóptero es el que dio la dimensión exacta a las Perry, haciendo de ellas unas insuperables naves antisubmarinas.
Gracias a estos cambios ya realizados, nuestra flota no tuvo que hacer grandes modificaciones para adecuar los buques a nuestras necesidades. Se sustituyó el CIWS (Close in Weapon System o Sistema de Armamento de Proximidad, la última esperanza contra un misil que ya hubiese superado las anteriores líneas de defensa) instalando el Meroka Naval de fabricación nacional en lugar del Vulcan Phalnax que armaba las fragatas norteamericanas. Una decisión comprometida como luego se vio, y también se cambiaron alguno
s sistemas de guerra electrónica, como el italiano Nettunel emplazado en las cuatro primeras fragatas. En las F-85 y F-86 se instaló el Mk-3000.
A finales del 73, conforme a las disposiciones presupuestarias, la Armada cifró en cinco fragatas del tipo FFG, el óptimo para la defensa naval de España. La situación económica y social de la nación obligó a reducir esa cifra a sólo tres unidades, que fueron aprobadas con los nombres de F-81 “Santa María”, F-82 “Victoria” y F-83 “Numancia”, después de desechar otras denominaciones que se barajaron como “León”, “Murcia” y “Navarra” y también “Santa María”, “Pinta” y “Niña”. Los nombres definitivos fueron, a mi entender, completamente adecuados al hacer mención a aquellos buques que marcaron un hito en la historia naval del planeta y nombrar ahora a los buques que deberían convertirse en el núcleo de la escuadrilla de escoltas junto con las F-70 “Baleares” y las F-30 “Descubiertas” (entonces corbetas o fragatas ligeras en denominación OTAN).
Quizá ahora, a la luz que nos ofrecen las “Álvaro de Bazán” nos pueda parecer ingenuo el considerar a las “Santa María” como un buque excepcional, pero si recordamos de dónde veníamos quizá podamos valorar de forma más precisa el impacto que para la Armada Española supuso la introducción de las F-80.
En 1980, la Armada vio la oportunidad y la aprovechó. Renunció a las dos últimas unidades de la clase “Descubierta” por el compromiso del gobierno de aprobar dos nuevas unidades F-80, que fueron vendidas a Egipto. (Luego el contrato del siglo fue incobrable y de las dos fragatas solo uno llegó a construirse, pero eso otra historia). Como decía, con este cambalache, se aprobó la F-84 “Reina Sofía”. De manera que al menos se contaba con cuatro unidades modernas.
Posteriormente, la c
ancelación del proyecto NFR-90, del que ya hablaremos en otra ocasión, situó a la Armada en una situación comprometida. De pronto se encontró con que la necesaria sustitución de las Descubiertas no se podía realizar, habría que diseñar un nuevo buque desde el principio y no había garantías de que pudiese estar dispuesto en la fecha requerida.
Ante este panorama, el gobierno y la Armada optaron por una decisión salomónica, se encargarían dos nuevas fragatas gemelas de las anteriores, la F-85 “Navarra” y la F-86 “Canarias” mientras se diseñaban, desarrollaban y construían las F-100.

Estas dos fragatas serían no tanto gemelas como mellizas de las anteriores, ya que en los diez años que pasaron entre las cuatro primeras y las dos últimas no solo se había evolucionado la tecnología naval, sino que la nación también había sufrido un desarrollo considerable, de modo que la industria autóctona estaba capacitada para asumir una mayor participación en las mismas, de modo que hasta el 70% de estas son de fabricación nacional, incluyendo el sistema de combate que es totalmente autóctono.
DATOS TECNICOS
DIMENSIONES y DESPLAZAMIENTO
Con un tamaño de 138,1m de eslora por 14,3 m de manga y 7,3
m de calado y un desplazamiento de 4.017 toneladas a plena carga, presentan unas cifras similares a las de los cruceros ligeros de la segunda guerra mundial y cuentan con una relación eslora/manga de 9,66:1, que le permite alcanzar una buena velocidad, sobre todo si consideramos que la potencia instalada es de apenas 40.000 CV, eso sí, en detrimento de la maniobrabilidad y estabilidad que es inferior a la de sus contrapartes.
En el casco, quizá lo que más sorprende es una roda casi de cutter y la ausencia del domo del sonar a proa, que está situad
o en la parte inferior de la quilla, a doce metros del tajamar, constituyendo una amplia perturberancia de 7 metros de longitud. La popa es de cajón, de mayores dimensiones que las primeras norteamericanas para que pudiese operar el SH-60 al mismo tiempo que alojaba el sonar remolcado (TACTASS) y sus servicios. Estas adiciones fueron las que motivaron el “alargamiento” de la eslora, pasando de 135,9 m a 138,1.
La superestructura hace pocas concesiones al diseño, teniendo un
a forma totalmente poliédrica y aloja el hangar para el helicóptero (dos en las fragatas norteamericanas y australianas) y los servicios de la nave, la CIC (Central de Información y Combate), la CECOM (Central de Comunicaciones) y otros servicios electrónicos que se encuentran debajo del puente, amén de los alojamientos y el soporte de la artillería.
PROPULSION
Las fragatas clase Santa María usan el sistema de propulsión CODOG (Combined Diesel or Gas, o propulsión combinada diesel o gas). Se trata de un sistema de propulsión que puede utilizar indistintamente combustible diesel o gas. Se trata de que por cada hélice haya un grupo diesel que se utiliza habitualmente para la ve
locidad de crucero. Sin embargo, cuando el buque necesita su velocidad máxima, puede poner en funcionamiento su turbina de gas con transmisión y reducción mecánica. Los dos sistemas están conectados a la hélice mediante embrague, pero sólo puede utilizarse uno u otro. Esta es la principal diferencia con el sistema CODAG que puede utilizar combinaciones de ambos sistemas.
En las F-80 la potencia se obtiene de dos turbinas de gas General Electic Land Marine 2500de 29.400 kw. Como propulsión diesel, utiliza cuatro generadores alimentados por cuatro motores diesel Detroit 149 con un potencia de 4.000 kw y una caja reductora Western Gear que mueven finalmente u
na hélice de cinco palas y paso variable con la que alcanzan una velocidad máxima (con la turbina de gas) de 31 nudos.
SENSORES
Las fragatas están dotadas de un radar primario SPS-49, que trabaja en dos dimensiones y opera en las bandas C/D. Para la búsqueda en superficie utiliza el SPS-55 que opera en las bandas I/J auxiliadas para la navegación con un RAN 12LX de Selenia que opera en las bandas D/I (para designar blancos para el Meroka) que trabaja en las mismas bandas I/J para la n
avegación.
Para el control de fuego, se apoyan en dos radares integrados RCA Mk-92 Mod. 2 que opera en la banda X y un Sperrey VPS-2 (para el Meroka) que es un doopler monopulso que opera en la banda I en lugar del Lockheed Stir Mk-5A SPG-60 que utiliza el Vulcan. Por úl
timo el sistema de radionavegación Tacan URN-25 y el sistema de identificación amigo/enemigo IFF
En el apartado de contramedidas, la Armada fió la defensa ESM/ECM a la italiana Nettunel, de Electtronica SpA
El sistema de tiro se a
poya además con dos directores ópticos TDT Mk-45, mientras que para la lucha antisubmarina cuenta con un sonar activo en el casco SQS-56 que opera con una potencia máxima de 450 Kw y 62 hertzios y un sonar remolcado SQR-19, conocido normalmente como TACTASS.
Quizá debiéramos detenernos siquiera un momento para hacer un breve esbozo de este sonar, ya que junto con el helicóptero Sea Hawk son las principales armas de estas fragatas.
El AN/SQR-19 es un sonar remolcado basado en un cable lleno de micrófonos que es remolcado una milla detrás del buque para la detección pasiva de submarinos
. El motivo de llevarlo remolcado es para evitar la interferencia de los ruidos propios del buque propio y así poder realizar el seguimiento de varios objetivos a la vez. Tiene un radio de acción de 360º y es capaz de detectar una traza submarina a 100 millas de distancia. Como curiosidad el programa que se encarga del procesamiento de los datos fue en su momento el mayor que se ha embarcado nunca en un buque.
El problema de lo
s TACTAS es que fueron diseñados para la guerra fría y estaba especialmente optimizado para el seguimiento de submarinos nucleares soviéticos que operaban en aguas abiertas, por lo que hoy en día tienen problemas para seguir a los SSK operando en aguas litorales, razón por la cual no se han instalado en las F-100 y están siendo retirados de las Oliver H. Perry y de las Santa María.
ARMAMENTO
Una de las mayores innovaciones de las Oliver H. Perry (y por tanto de las Santa María), es la ausencia del cañón a proa como arma principal, decisión tan sorprendente como criticada posteriormente y que solo es explicable desde la moda por la tecnología que se desató en los últimos 60 y 70. Cuando los misiles crucero iban a sustituir a los aviones tripulados y los blindados eran una rémora del pasado
En su lugar, su principal potencia de fuego la constituía el lanz
ador de raíl bivalente para misiles Standard SM-1MR (lucha antiaérea) y Harpoon GMLS Mk-13 (antibuque) y dos montajes triples TLT Mk-32 Mod 5 para torpedos Mk-46 de 325 mm. Completa el armamento de las fragatas un cañón OTO Melara de 76 mm, un cañón de tiro rápido CIWS Meroka (a diferencia de las norteamericanas que llevan el Vulcan Phanlax) sobre el hangar.
Pero indiscutiblemente, la estrella es el SH-60B, como parte integrante del sistema LAMPS III, junto al sonar de arrastre. Armados con sonoboyas y un sistema remolcado para la detección de anomalías magnéticas (MAD), los datos acústicos y electromagnéticos son reenviados desde el helicóptero al barco para el procesamiento y evaluación. Así mis
mo, también va armado con un radar de búsqueda APS-124 y torpedos Mk-46 o Ml-50, misiles AGM-114 Hellfire y ametralladoras M60D o GAU-16 en las puertas.
Además el helicóptero podía también actuar como avanzada de radar, ya que su radar puede detectar buques a más de 160 millas, mejorando en mucho las prestaciones de la nave, pudiendo destruirlos caso de ser necesario mediante los Hellfire propios o comunicando su posición al buque, ya que el enlace de microondas que comunica barco y helicóptero permite la comunicación en tiempo real entre ambos.
HISTORIAL OPERATIVO
Si bien, como he señalado anteriormente, las F-80 se basan en las Perry, y más concretamente en la FFG-50 USS Taylor (la última serie de O. H. Perry), hay
algunas diferencias entre unas y otras a parte de los ya reseñados sistema Meroka de defensa de punto y el sistema de guerra electrónica Nettunell de paternidad italiana, con el que se dotan las Santa María en lugar del AN/SQL-32 norteamericano. Las fragatas norteamericanas embarcan dos helicópteros SH-60B, mientras que las españolas solo portan uno, decisión que ha continuado en las F-100, y que a mi modo de ver sólo responde a cuestiones presupuestarias y no a motivos operativos.
Desde la entrega a la Armada, las seis fragatas han encuadrado la 41ª escuadrilla de escoltas e integradas en el Grupo Alfa con el Príncipe de Asturias hasta la disolución de este, cuando pasaron a depender directamente del Almirante de la Flota.Como ya se ha dicho, en la fase de diseño, estas unidades se proyectaron como unidades baratas que pudiesen ser construidas en grandes series. Al final fueron cualquier cosa excepto baratas, pero han demostrado, tras los cambios introducidos en su construcción, que valían cada dólar gastado en ellas. Tienen, eso sí, algunos defectos intrínsecos a su diseño y que no han podido ser solvent
ados, como la única hélice y el poco margen de crecimiento para ampliaciones y mejoras. Aspecto este muy importante cuando hablamos de buques, que necesariamente van a tener una vida operativa más prolongada que los equipos instalados en ellas y que a mediados de su vida útil va n a recibir una reforma completa en la que presumiblemente se le van a instalar sistemas nuevos que necesitan un espacio que ha de ser tenido en cuenta a la hora de su diseño.
Por otro lado, considerando el reparto de tareas que la OTAN atribuía a la Armada Española, el principal cometido de nuestra flota era la lucha contra los submarinos soviéticos en el triángulo Baleares – Estrecho – Canarias, y para ese cometido, con espacio extra o sin él, estaban espléndidamente preparadas.
La vida operativa de las F-80 ha sido bastante ajetreada en sus dos décadas de historia, las cuatro unidades iníciales participaron en el bloqueo a Irak durante la
Operación Tormenta del Desierto, posteriormente en las aguas de la antigua Yugoslavia y más recientemente en la operación Libertad Duradera, donde la Navarra junto al Patiño interceptaron y abordaron el carguero coreano “So San”, descubriendo la carga de misiles Scud que portaba Por último, la Navarra y la Numancia también participaron en la crisis de Perejil, aunque afortunadamente su concurso no fue necesario.
Además han estado siempre presentes en las maniobras de la OTAN como las Active Endeavour Strog para garantizar el paso de buques no combatientes a través del Estrecho y encuadradas en sus flotas, tanto del Mediterráneo (STANAVFORMED) como del Atlántico (STANAVFORLANT).
Si bien desde la entrada en servicio de las F-100, el peso de la f
lota ha pasado de las Santa María a las Álvaro de Bazán, las F-80’s siguen desempeñando un papel activo en la Armada, y se espera que tras la modernización que se está llevando a cabo esta actividad sea aún mayor.
MODERNIZACION
Las dos primeras naves de la clase Santa María han terminado el proceso de modernización que ha durado más de 18 meses. Se trata de poner al día las naves para que puedan seguir manteniéndose en primera línea durante los próximos 15 años, máxime cuando las disponibilidades de la Armada se han reducido a las 6 Santa María y las 4 Álvaro de Bazán. Situación verdaderamente comprometida y que, a mi juicio, no será mitigada con la entrada de la F-105 y los BAM.
Se pretende la renovación de equipos y la sustitución de otros que han quedado obsoletos, simplificando el mantenimiento y aumentando la operativid
ad de manera que puedan servir de apoyo a las F-100 y sustituir a estas cuando las circunstancias lo aconsejen, teniendo siempre en cuenta que ni por diseño, ni por edad, ni por armamento se puede pensar en que estas unidades puedan reemplazar a sus hermanas mayores en situaciones de alta peligrosidad, pero si aligerar la carga de trabajo de estas en escenarios menos críticos.
La modernización comenzó con un estudio por parte de Izar (luego Navantia) para delimitar que se quería lograr y cómo hacerlo. Se llegó a la conclusión que lo mejor sería partir de cero, de manera que los equipos instalados fuesen los que se instalarían en un barco nuevo.
Este programa tuvo un presupuesto de 254 millones de euros y se inicio sobre las fragatas F-82 “Victoria” y F-83 “Numancia”, que tras un estado de baja disponibilidad arribaron a los astilleros de Navantia en Cádiz en el 2005 para comenzar la MLU.

Según la Revista Española de Defensa, (y por tanto oficial), los ingenieros se encontraron con la dificultad de que si bien se conocían los estudios de viabilidad, la ingeniería de detalle no estaba realizada, ya que no se disponían de toda la información necesaria al respecto, lo que alargó el proceso, lo que es paradójico, ya que fue la misma Navantia la que construyó los buques.
Ya puestos, se decidió que al mismo tiempo que se modernizaban, se aprovecharía la estancia en dique para acometer otras actuaciones como el programa CAVIMAR (Calidad de Vida en el Mar) en la Victoria y ponerlo al día en la Numancia (que ya lo había recibido anteriormente y el PIP (Periodo de Inmovilización Programado) para mantenimiento preventivo y correctivo. Programa que cada cierto tiempo tienen que pasar todos los buques para mantenerse operativo y que acertadamente se decidió que confluyese en el tiempo con la modernización, a pesar de que estas modificaciones “extras” han aumentado el tiempo de no disponibilidad en un 20% del tiempo requerido para su entrega a la flota.
Cita la revista que esta modernización es importante para la Armada y para Navantia, ya que es la primera vez que en España se realiza una operación semej
ante para actualizar un buque de guerra y se aumenta considerablemente sus capacidades y aunque aún es pronto para afirmarlo, el resultado parece ser satisfactorio. Una operación de este calado solo se había realizado de una forma similar en las corbetas Descubierta para convertirlas en patrulleros, pero evidentemente, por la magnitud de las mejoras y el tamaño de los buques, la modernización de las Santa María es mucho más importante que la realizada en las F-30. Pero a mi entender, la modernización que se realizó en las Baleares fue más importante, más ambiciosa y más exitosa, llegando estos buques después de modernizados a superar incluso a las F-80 Hay que tener en cuenta que la modernización llevada a cabo no se limita a la adición de nuevos sistemas, posibilidad muy limitada ya que conforme se ha expuesto antes, uno de los mayores defectos de las Oliver H. Perry es lo ajustado de su desplazamiento, que no permite la instalación de nuevos equipos sin la retirada previa de los precedentes u otros que se estimen menos necesarios, sino también recuperar las capacidades perdidas por el tiempo
A La F-82 "Victoria" y a la F-83 "Numancia” se les ha instal
ado dos sistemas multisensores Dorna para vigilancia y control de tiro, dotados con sensor láser infrarrojo y una cámara de televisión para seguir blancos a corta distancia en bajas condiciones de visibilidad, igual al que opera en las F-100.
El ya vetusto RAN-12L va a ser sustituido por el RAN-30XL especializado para detectar blancos rápidos que vuelan a baja altura hacia el buque. Esto es especialmente útil en la lucha litoral, que según parece es hacia donde se encaminan las proyecciones estratégicas en el futuro.
Se ha instalado el sistema de guerra electrónica Rigel, un equipo ESM que deriva del también español Aldebarán que trabaja mediante receptores digitales que operan en banda ancha en sustitución de los Nettunel, que nunca funcionaron bien en las fragatas, el porqué es ya otra cuestión. La pena es que no se haya aprovechado p
ara instalar también equipos ECM y también se ha sustituido el equipo interrogador amigo/enemigo por otro IFF mod 5.
También se ha actualizado el sistema de comunicación y el enlace por satélite SATCOM. Respecto al armamento, se ha reemplazado la consola de control del cañón de 76/62 mm y se ha modernizado el sistema de control de fuego Mk-92.
Se ha integrado el block 1 del Sea Hawk en el sistema de combate y los misiles Standard se han mejorado a SM-1 VIB
Por último, se han mejorado los motores diesel y como ya se ha reseñado, se ha retirado el sonar remolcado al estimarse poco eficiente para las amenazas sin que se haya previsto sus reemplazo (y lo que es más alarmante, tampoco en las F-100.
CONCLUSION
Las Santa María han sido buques punteros desde el
mismo momento de su entrada en servicio allá en el lejano 1986, han defendido con orgullo el pabellón de la Armada compitiendo con ventaja con sus contrapartes del resto de marinas europeas. Debido a las limitaciones navales de nuestras fuerzas armadas, han sido utilizadas con profusión y operadas en la mayor parte del tiempo por marinería de reemplazo, lo que aún es más valioso.
La aparición de las F-100 pareciera que iba a relajar algo su azarosa vida, pero la prematura baja de servicio de las Baleares las vuelve a situar en primera línea, aunque esta vez no deberán afrontar las misiones más arriesgadas.
En este contexto, considero que se ha perdido la oportunidad de modernizar completamente estos buques, llevándolos a un estándar de fragatas nuevas de segunda línea, algo por debajo de las noruegas Nansen, evidentemente no les vamos a instalar un AEGIS, pero lo suficientemente avanzadas para realizar su trabajo con garantías y aligerar la tarea de las Álvaro de Bazán.
Con toda seguridad, las razones que han forzado a esta modernización “light” han sido de carácter económico, prefiriendo el gobierno y la Armada dedicar los fondos a otras necesidades. Si el futuro nos depara un horizonte tranquilo hasta el 2020-2030 (fecha en la que deberán ser dadas de baja) la decisión habrá sido acertada ya que el desarrollo tecnológico de nuestra industria y nuestra marina está garantizado por las F-100 y se habrá ahorrado al contribuyente una importante cantidad de dinero.
Si por el contrario, el futuro se torna oscuro y es necesaria la participación de la Armada en conflictos de media-alta intensidad, tal vez nos encontremos con medios limitados para hacer frente a las amenazas.
Pero la respuesta este interrogante permanece oculto en el libro del destino, esperemos que por mucho tiempo.
Fuente y agradecimientos
Quiero agradecer especialmente a Satrack de quien me he permitido la "licencia" de "plagiar" íntegramente el articulo publicado en http://www.elgrancapitan.org/portal/index.php/articulos/tecnologia/1011-fragatas-f-80-clase-santa-maria , gracias al cual me ha permitido remontarme a 20 años atras y poder añorar esa etapa de mi vida